
Editorial periódico Camino.
Hablando la gente se entiende. Esta sabia sentencia popular recoge el mejor camino para lograr acuerdos amigables y satisfactorios cuando se presentan las diferencias entre dos personas o grupos.
En la actualidad muchos ciudadanos olvidan este sabio consejo, y luego tienen que lamentar las consecuencias de actitudes violentas que los marcarán de forma negativa para siempre.
Ahí están los llamados ajustes de cuentas, denominación muy ligada al mundo de uso y venta de sustancias prohibidas. En ese terreno se perdió el valor de la vida. El dinero está por encima de todo, olvidando el mandato divino de: No Matarás.
Nos preguntamos de dónde procede la proliferación de armas de fuego ilegales en manos de civiles. ¿Cómo las adquieren?
¿Cómo jóvenes menores de 20 años que ya están consumiendo estupefacientes portan una pistola que utilizan para cometer atracos y matar a cualquier hora del día?
Entre ajustes de cuentas, intercambios de disparos y atracos no podemos seguir viviendo. Estos hechos nos están hablando con claridad meridiana de una sociedad enferma. Evitemos que muera.
Todos podemos aportar para cambiar esta realidad dolorosa. Comencemos ahora, sabiendo que la familia es el espacio ideal para entregarle a la sociedad ciudadanos constructores de paz.
Somos un pueblo noble, trabajador y solidario. Conservemos estos valores


