Opinión

Todos los factores que empujan victoria en primera vuelta

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Por Nelson Marte.

 

 

Una encuesta conocida en estos días ha calentado la pista política. Algunos lectores han solicitado mi opinión al respecto, por lo que transcribo el siguiente comentario de Diario Libre, en su columna El Espía, y pondero el panorama y sus perspectivas:

“Para arrancar el año con ánimo, circula una encuesta firmada por Markestrategia que da a Luis Abinader un 47.7 % en la primera vuelta (subiendo) y a Leonel un 27 % (bajando). Abel baja del 18.4 % al 14.8 %.

En una segunda vuelta Luis Abinader ganaría con el 55.1 %. (…) Los encuestados, además dijeron que se sienten más seguros que antes en las calles. (…).

Aunque ponderan la posibilidad de barrido en una eventual segunda vuelta, con más del 55%, la realidad es que sus datos y tendencias proyectan amplias posibilidades de que, en una eventual postulación, Luis gane el certamen limpiamente, con más del 50% el día de las elecciones, por las siguientes razones:

  • Según esa encuesta, Luis se mantiene subiendo mientras el pasado PLD-FUPU baja, y según los especialistas las tendencias son más importantes que los datos.
  • El candidato con posibilidades suele subir de 2 a 3 puntos porcentuales luego del lanzamiento de su candidatura. Más en el caso de un presidente de la República que, como Abinader, todo el tiempo ha tenido una aceptación o aprobación registrada en más del 60%, de modo que su techo (hasta donde puede subir) podría alcanzar 10 puntos porcentuales.
  • El PRM aprobó recientemente como línea política presentar a su candidato presidencial respaldado por una gran coalición electoral, uniendo a partidos políticos que antes no lo apoyaron. Esos partidos, pequeños, suelen sumar de un 2 a un 3% cuando se cuentan los votos.

 

  • En todo el período previo a las elecciones representantes del pasado estarán en los tribunales, sonando en gravísimos casos de corrupción que involucran a altos funcionarios y figuras relacionadas con los 5 gobiernos del PLD.
  • Una estrategia fundamental del pasado consiste en comparar las obras de infraestructura levantadas en sus 20 años de gobierno, y las materializadas en apenas 4 por Abinader, pese a la Pandemia y la inflación y recesión mundiales y a mantener el endeudamiento como proporción del PIB en el más bajo nivel de los últimos 25 años.
  • En casi todas las últimas elecciones los dominicanos han decidido en primera vuelta, resalta la politóloga Rosario Espinal, pues saben que ir a una segunda vuelta representa gastos que salen de sus bolsillos y crispaciones innecesarias, cuando ya en primera vuelta decidieron mayoritariamente lo que quieren.
  • PLD-FUPU tienen la pesada mancha indeleble de que traicionaron en sus gobiernos el legado honesto e institucionalista de Bosch, lo que no les perdona la mayoría del electorado, menos cuando ni siquiera muestran arrepentimiento por el daño que hicieron.
  • La elección se definirá de la siguiente alternativa: Continuidad de los cambios y reformas de un Luis Abinader ya probado en los malos tiempos, o el retroceso a un modelo de gobierno caracterizado por corrupción e impunidad y secuestro de las instituciones estatales.
  • Lo que estaremos viendo hasta las elecciones son inauguraciones de autopistas y carreteras, circunvalaciones en Los Alcarrizos, Baní, Azua, y San Francisco de Macorís, vías que enlazan y conectan pueblos y regiones haciendo más atractivo el creciente turismo interno.

Además, inauguraciones de viviendas, centros sanitarios, escuelas, acueductos y plantas de tratamiento de aguas, ampliaciones del metro 1 y 2 en Santo Domingo, corredores de autobuses, en GSD y Santiago, teleférico en Los Alcarrizos y monorriel y teleférico en Santiago, para abaratar, dignificar y descongestionar el tránsito de carga y pasajeros.

Además de programas y acciones para abaratar el costo de la vida, reduzcan la delincuencia, mejoran la salud y la educación y nuevas medidas para transparentar y sanear la administración gubernamental, entre otras medidas que ayudarán a mejorar la calidad de vida de la gente.

O sea, que cuando las y los electores vayan a marcar sus boletas, estarán conscientes de votar por un mejor presente y un futuro cada vez más claro, o el retroceso al oscuro pasado.

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